La ya debilitada industria de la prensa estadounidense está sufriendo de lleno los efectos de la pandemia y presiona por ayudas del gobierno, mientras se esfuerza por seguir cubriendo la crisis del coronavirus.
Los medios de comunicación han comenzado a despedir personal y a recortar salarios a pesar de que los lectores recurren cada vez más a ellos para obtener información confiable sobre el brote de coronavirus.
Numerosas empresas estadounidenses del sector enfrentan "una crisis existencial", con el colapso cercano de los ingresos por publicidad, según una carta que dos grupos de la industria enviaron al presidente Donald Trump y a líderes del Congreso.
El mensaje, de News Media Alliance y America's Newspapers, que representan a cientos de medios, reclama "una discusión sobre las acciones que el gobierno federal podría tomar para colaborar en el mantenimiento del ecosistema informativo".
A principios de esta semana, Gannett, la cadena de periódicos más grande de Estados Unidos, anunció una combinación de recortes salariales y envíos temporales al seguro de desempleo en un esfuerzo por superar la crisis.
Lee Enterprises pidió a su vez a personal que acepte dos semanas de licencia no remunerada durante los próximos tres meses en sus más de 70 periódicos.
The Times-Picayune y The Advocate, el grupo de medios más grande de Nueva Orleans, dejarán sin trabajo a cerca del 10% de su personal debido a la depresión, y C & G Newspapers suspendió la publicación de sus 19 periódicos impresos en el área de Detroit.
"Si bien muchos editores han visto un aumento en el tráfico en línea y las suscripciones digitales, esos ingresos no han compensado de ninguna manera las fuertes pérdidas por publicidad", dijo David Chavern, de News Media Alliance.
Ken Doctor, un analista de medios y consultor, destacó la ironía de la situación actual, en la que el público necesita más información que nunca.
A pesar de que algunos periódicos registran picos de lectura en sus versiones digitales, la publicidad se ha visto afectada por la caída de las condiciones comerciales y por la reticencia de los vendedores a colocar anuncios junto a las noticias de la crisis, consideró.
Para Doctor, aquellos medios que dependen más de sus ingresos por suscripciones, como The New York Times y Wall Street Journal, pueden capear mejor la crisis.
¿Un alivio en el camino?
Los rescates llegan en cuentagotas.
Facebook se dijo dispuesta a invertir 100 millones de dólares en ayudar a los medios a enfrentar la crisis, incluso con subvenciones de "emergencia".
La National Geographic Society a su vez lanzó un fondo de emergencia para periodistas de todo el mundo que cubren la emergencia del COVID-19 dentro de sus propias comunidades, con subsidios de entre mil y 8.000 dólares.
NewsGuild, que representa a unos 25.000 periodistas, pidió el miércoles la creación de un fondo público para apoyar a las redacciones y los trabajadores de los medios y evitar despidos, junto con créditos fiscales y deducciones por suscripciones.
"La industria ya estaba sufriendo y entró en esta crisis sin suficientes trabajadores para cubrir la emergencia", dijo el presidente del sindicato, Jon Schleuss, en un mensaje a sus afiliados.
"Ahora nos enfrentamos a una posible extinción".
La cuestión de la ayuda del gobierno federal es políticamente incómoda para los medios de comunicación, y surge en medio de continuos ataques del presidente Donald Trump contra la prensa.
El grupo de defensa de los medios Free Press dijo que un plan de estímulo debería incluir "subsidios directos de emergencia" a las redacciones y créditos fiscales.
Otros pidieron al gobierno que gaste 500 millones de dólares en avisos de servicio público sobre la crisis sanitaria.
El profesor de política pública de la Universidad de Duke Philip Napoli dijo que la crisis puede ayudar a que el público reflexione sobre la importancia de los medios de comunicación.
"Las noticias son lo que los economistas llaman un bien público, un tipo de producto cuyo valor total el mercado puede muy difícilmente calcular", señaló Napoli en un editorial de Wired.
"El precio que pagamos por las noticias y el precio que pagan los anunciantes para llegar a los consumidores de noticias no refleja el valor económico de estas", apuntó.