RÍO DE JANEIRO. Las cifras de víctimas del coronavirus crecían sin control el 22 de abril pero el presidente Jair Bolsonaro y su gabinete apenas mencionaron la pandemia en una reunión grabada ese día, un video que indignó y dio alas a una investigación potencialmente explosiva contra el mandatario.
Una de las pocas menciones que se hace del Covid-19 durante el video, publicado por un juez del Tribunal Supremo que investiga si el presidente de extrema derecha obstruyó la justicia al despedir al jefe de la policía federal, fue cuando el ministro de Medio Ambiente dijo que el gobierno debería aprovechar la distracción creada por la pandemia para reducir las normas de protección ambiental del país.
Repleto de obscenidades, insultos, diatribas y declaraciones incriminatorias, el video causó indignación en el gigante sudamericano, donde muchos cuestionaron la forma de hacer política del gobierno en medio de la pandemia.
“Son dos horas llenas de malas palabras y delirio, burla y falta de respeto por el país. Brasil atraviesa su peor crisis en décadas, y el presidente nunca menciona la pandemia como un problema que le preocupa”, escribió la columnista Miriam Leitao en el periódico Globo. “La ausencia es impactante”.
El video fue grabado dos días antes de que el exministro de Justicia Sergio Moro renunciara al cargo acusando a Bolsonaro de “interferencia” en la policía federal.
Según varias informaciones, la policía investiga casos en los que están implicados Bolsonaro y miembros de su círculo cercano, como su hijo Carlos, concejal de Río de Janeiro, por haber supuestamente supervisado una campaña de noticias falsas para beneficiar a su padre.
En el video, Bolsonaro critica a la policía federal por no darle información y dice: “No voy a esperar a que jodan a mi familia y amigos”. Bolsonaro niega haber intentado acabar con las investigaciones y dijo que el video demostró que las acusaciones en su contra eran una “farsa”.
La opinión de los analistas sobre el contenido del video, hecho público por el juez Celso de Mello, no era una “pistola humeante” para incriminar al presidente.
Sin embargo, otro material contenido en las imágenes podría ser perjudicial para Bolsonaro, quien ve cómo aumenta su desaprobación entre la ciudadanía 18 meses después de haber jurado el cargo para cuatro años.
El presidente de Brasil llamó a dos gobernadores estatales “pedazo de mierda” y “montón de estiércol” por llevarle la contraria al imponer medidas de confinamiento para enfrentar el coronavirus.
Los medios contaron 39 palabras groseras en total, 31 del presidente. Comentaristas, partidos opositores y sociedad civil condenaron el tono de la reunión.
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