Sin freno, el ciberacoso sexual en BCS

La violencia sexual digital en niñas y niños de Baja California Sur también ha alertado a las autoridades educativas del estado

Sofía Apodaca / El Sudcaliforniano

  · lunes 19 de febrero de 2024

2023 resultó el año en el que se levantaron más carpetas de investigación, fueron 29. Foto: Sofía Apodaca / El Sudcaliforniano

La Paz, Baja California Sur.- Del 2022 a la última semana de enero del 2024, Baja California Sur registra 52 carpetas de investigación en relación a ciberacoso sexual y delitos referentes a la violación de la intimidad sexual en entornos digitales, según Beatriz Adriana Robles García, subprocuradora de Atención a Víctimas de Delitos contra la Libertad Sexual y la Familia de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California Sur (PGJE BCS).

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De esas 52 carpetas, comentó Robles García, 28 están en curso y cuatro ya están vinculadas a proceso; es decir, la persona ya fue llevada al tribunal con un juez y se encuentran bajo investigación. Algunos, podrían pasar hasta cinco años en prisión.

Otras tres otorgaron perdón, tras ser personas adultas que tomaron la decisión de no ejercer. En consecuencia “nosotros ya no podemos ir más allá, cuando la decisión es de la víctima”, puntualizó.

Las otras 17 son de archivo temporal; lo cual refiere a que la carpeta está detenida. Es un letargo que no prescribe, señaló. En tanto que la persona decide si va a querer continuar o no.

“Definitivamente la víctima a veces en un momento puede llegar a denunciar, pero en otro puede decidir ya no acudir, por ejemplo, al área de psicología; porque esto implica que se tienen que determinar si hay una afectación emocional. A veces también tienen que traer sus dispositivos, porque recordemos que se trata de delitos donde se utilizan los medios digitales. Entonces si la persona tenía que venir y traer su teléfono para que la unidad, en este caso en Servicios Periciales, analice el dispositivo y saca la información contenida en él, a veces ya no regresan y ya no lo aportan", recalcó Robles García

2023 resultó el año en el que se levantaron más carpetas de investigación, fueron 29; 24 de las víctimas se identificaron como mujeres y 5 como hombres. A la última semana de enero del 2024, van 3 denuncias por mujeres.

Ahora bien, desde la mitad del 2019 hasta octubre de 2020; 33 personas denunciaron por violencia sexual digital, de acuerdo con la exsubprocuradora de Atención de Delitos contra la Libertad Sexual y la Familia, Astrid Valeria Rojas Pérez.

Según Robles García, no se cuenta con información adicional del 2021. No obstante, aún así es posible percatarse de que, como mínimo, casi 100 denuncias ha reportado la entidad sudcaliforniana.

En su mayoría, quienes resultan ser víctimas pertenecen al sexo femenino, y las denuncias giran en torno a la difusión de fotografías íntimas entre parejas sin consentimiento. “La pareja descubre que traen esas imágenes en el teléfono, y para hacer quedar mal a esa persona, denigran a quien aparece en la imagen, de forma pública”, recalcó.

Las reformas legislativas establecidas desde junio del 2019, gracias a la Ley Olimpia, han sido de utilidad para tipificar una circunstancia anteriormente invisibilizada; de manera que se puedan identificar y sancionar conductas como distribuir o publicar contenido sexual íntimo a través de las plataformas digitales, dijo Robles García.

"Nuestra entidad ya tiene una situación de decir que el acoso no es un acoso igual al que dispone el artículo 183 del código penal: sino que adecuó esa conducta a lo que se hace por medio de los instrumentos digitales. Del teléfono, de las redes sociales, de cualquiera que sea un medio considerado como digital para comunicar y para poder informar que incluso también en el caso del ciberacoso", enfatizó

A nivel estatal, este conjunto de reformas legislativas contempla las denuncias por suplantación de identidad en redes sociales y daño a la intimidad, declaró la Subprocuradora. Al igual que la acción de editar fotografías y manipularlas a través de inteligencia artificial de modo que desnude a la persona que aparece, lo cual sucede principalmente en mujeres.

Pero a pesar de ser menos de 100 denuncias, el ciberacoso sexual forma parte de la violencia digital que se vive diariamente. Una cosa es tomar la decisión de denunciar, pero uno de los factores más importantes a nivel social y cultural es la falta de credibilidad y confianza ante las autoridades; aunado al largo y complejo proceso jurídico-legal por el cual una persona tiene que sobrellevar. Entre otros temas, continúo diciendo.

Si bien, la persona puede acudir a interponer una denuncia ante cualquier unidad de la PGJE o al Centro de Justicia para la Mujeres [sin importar su género ni su identidad sexual] y exponer su caso verbalmente, o realizarla a través de un escrito, inclusive de manera anónima, denunciar es un proceso arduo.

Para que el caso no termine impune, según la subprocuradora, se debe recopilar información sobre las empresas de telefonía móvil, así como los IP de los dispositivos telefónicos involucrados y el contacto con las empresas de redes sociales. También se necesita saber con qué teléfono fue y las características del mismo, incluyendo el correo electrónico el cual contenga los datos de identificación del celular.

En suma, a pesar de contar con los recursos legales para conseguir justicia en Baja California Sur, por lo regular, no se logra la realidad que muchas personas, sobre todo mujeres, quisieran. Incluso, las cifras de víctimas por estos delitos resultan alarmantes, pues las edades cada vez disminuyen más.

CASOS DE VIOLENCIA SEXUAL DIGITAL EN ESCUELAS

Al momento se han reportado 4 casos en relación a estas circunstancias dentro de los planteles educativos del estado. Principalmente, son sucesos que refieren a la toma de fotografías íntimas en las escuelas sin consentimiento; se envían y distribuyen a través de grupos de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea, señaló Alma Cecilia Silva Velázquez, coordinadora de Escuela Segura en la Secretaría de Educación Pública en Baja California Sur (SEP BCS).

"Ahorita en nivel secundaria y preparatoria, más en secundaria, se han dado situaciones en donde los mismos jóvenes, propios de estos cambios de primaria a secundaria, se han enfrentado a esta situación en el noviazgo: "Tómate una foto", "Mándamela". Son muchas situaciones, pero no saben las señoritas hasta dónde llega o puede llegar a tener una situación penosa. Aparte de eso, lo más importante es que sepan que esto puede tener una consecuencia legal, que sepan que es un delito y pueden denunciar", expuso.

Silva Velázquez reconoce que a pesar de contar con estrategias preventivas, aunado a cursos y talleres en torno a la relevancia y conciencia de esta problemática, existen diversas aristas que quedan fuera de su alcance.

En ocasiones las infancias no tienen la capacidad de comprender la magnitud de este tipo de conductas sancionables, declaró. En este sentido, reiteró que la familia participa como un contexto sumamente importante para combatir tanto la violencia digital, como otras acciones que, directa o indirectamente, inciden ante la violencia de género.

“Lo más importante para nosotros es el trabajo con las familias porque a veces, porque estamos trabajando, no tenemos tiempo para estar. Yo les he dicho a las familias que hay que tener ese acercamiento, pero a veces trabajamos todo el día”, dijo

Ya existen planes educativos que fomentan la prevención de delitos contra la intimidad sexual en los entornos digitales, ya se dijo que el contexto familiar es clave, y ya se cuenta con un marco legal-jurídico sobre la sanción a este problema. ¿Qué más hace falta para combatir la violencia sexual digital?

INTERNET CON GÉNERO

Una situación común en la sociedad parte de la percepción de las mujeres de forma cosificada; esencia clave para la opresión y reproducción de conductas violentas, consecuencia de la interiorización de un sistema patriarcal, bajo un modelo de masculinidad hegemónica.

Por ello, es necesario pensar cómo las prácticas en redes sociales se asocian con las formas de pensar el género y de significar a las mujeres, inclusive entre nosotras mismas [¿cómo nos vemos entre mujeres?].

Ante esto, reconozcamos los discursos y contenidos que día con día se vuelven tendencia en redes sociales. ¿Qué compartimos? ¿Cuáles son nuestros hábitos digitales? ¿De qué manera suelen aparecer las mujeres y los hombres en las plataformas digitales? ¿Qué contenidos aparecen mayoritariamente? ¿Qué tanto consideramos importante lo que hacemos o no en redes sociales? Sobre esto, las alfabetizaciones digitales son clave.

Las infancias y juventudes están aprendiendo bajo un contexto sincrónico entre los entornos online y offline, espacios los cuales las conductas machistas y misóginas suelen normalizarse, hasta llegar a la punta del iceberg: la violencia digital.

Por tanto, también necesitamos cuestionar: ¿Qué les permitimos a las infancias ver y hacer en las plataformas digitales? ¿Qué les estamos enseñando a las nuevas generaciones? ¿De qué manera los escuchamos y acompañamos para navegar en el mundo digital de la forma más segura, crítica y consciente? ¿Qué tanto consideramos relevante lo que se hace o no en estos entornos?

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA DIGITAL?

Según la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia digital es:

Toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación, por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización y que le cause daño psicológico, emocional, en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia (Diario Oficial de la Federación, última reforma 18 de octubre de 2022).

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En este sentido, la violencia de género se ha transformado y trasciende a los entornos digitales. Lo cual, ya no es únicamente pensar en propuestas reformas legislativas estatales y nacionales; es preciso conocer y analizar las leyes y normas presentadas a nivel nacional y mundial específicamente dirigidas a las empresas tecnológicas.