En recientes días, un usuario de redes sociales realizó una denuncia pública en contra de un grupo de tres trabajadores de la empresa Telmex, quienes se identificaron como instaladores de fibra óptica, ya que el día 18 de julio, estos se introdujeron a desarrollar su trabajo como instaladores, sin embargo, en el acto, sustrajeron dos anillos, los cuales tenían un alto valor monetario y sentimental.
El usuario emitió la denuncia con la intención de prevenir a las demás personas, a que estén atentas cuando el personal de esta empresa ingrese en sus domicilios, y a vigilarlos, sin embargo, también aclara que hay otros instaladores que desempeñan su trabajo de manera profesional, y que hacerlo público no era con la intención de generar una mala imagen generalizada sobre los trabajadores de la empresa, ni para causar una polémica sobre el tema, sino sólo para alertar, y que esto no le ocurra a nadie más.
Dentro de los comentarios que generó la publicación, hubo personas que externaban haber vivido situaciones muy diferentes, donde el personal había sido muy amable y profesional, mientras que también hubo otras que hacían alusión a intentos de extorsión o a que estos en ocasiones les generaban desconfianza, etcétera.
RESOLUCIÓN
En consecuencia, el denunciante presentó una queja con la empresa respecto al actuar de sus trabajadores, por lo cual menciona que fueron citados por los jefes inmediatos de los instaladores, en donde recibieron una atención respetuosa y actuaron con alto grado de responsabilidad y profesionalismo, al escucharlos y encararlos con los trabajadores.
En dicha reunión, se demostró que efectivamente, uno de los instaladores, a pesar de haber negado el robo, confesó y entregó los objetos que habían sido objeto de robo.
REACCIONES
Finalmente, el denunciante reiteró que tras la devolución de sus pertenencias, no hace más que felicitar a aquellos trabajadores de la empresa que hacen sus labores con eficiencia, respeto y seriedad, e hizo un llamado a no etiquetar a todos los instaladores del mismo modo.
