En ningún penal de Baja California se venden cigarros, esto tras un trabajo en coordinación con la Secretaría de Salud, por un fuerte problema de enfermedades respiratorias entre los internos.
El subsecretario del Sistema Penitenciario, David Limón Grijalva, enfatizó que con esto se paró la venta de 40 millones de pesos en cigarros, y se busca la certificación como espacio 100% libre de humo de tabaco.
“Muchos llegaban con problema de cáncer, otros, cuando se manda a área médica, tras placa, se detecta que viene con problema, pero el costo del tratamiento era bastante caro e incrementaba el costo en secretaría de salud, estarlo sacando para tratamiento”.
Confirmó que en las cooperativas era el producto más vendido y con ello se propiciaba que los reos tuvieran problemas pulmonares que ponían en gran riesgo sus vidas, incluso a los que no consumían pero estaban cerca de esta gente.
Mencionó que cada vez era mayor el gasto del Sistema Penitenciario para dar los tratamientos que son costosos, la mejor manera de evitar esto era erradicando la venta.
PODRÍA GENERAR ANSIEDAD
Los reclusos del Sistema Penitenciario de Baja California podrían generar cuadros intensos de ansiedad derivado de la abstinencia por dejar el tabaco, acción que no será de voluntad propia, ya que será prohibido el fumar en las penitenciarias del Estado.
Con la prohibición de venta de cigarros en los penales, el médico urgenciólogo Roberto Sanabia Orejel explicó que derivado de la imposición los reclusos estarían entrando en un estado de abstinencia, presentando reacciones como náuseas, dolor de cabeza frecuente, sudoración e irritabilidad.
