La comunidad del Sagrado Corazón de Jesús colocó las fotografías de los sacerdotes jesuitas Joaquín y Javier, como representantes de todas y todos los religiosos y religiosas que han perdido la vida. Se guardó un minuto de silencio por todas las personas que han sido asesinadas.
Lo anterior en la celebración eucarística del domingo 10 de julio en el marco de la Jornada de Oración por la Paz, convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.
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“Necesitamos estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la barbarie de la violencia, nos está abriendo una puerta para la paz”, señaló el presbítero José Luis Serra, S.J. párroco del Sagrado Corazón de Jesús.
En la homilía recordó las cuatro acciones a las que se ha invitado. La primera la misa de este domingo donde la intención fue hacer memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país.
Al colocar las fotografías de los víctimas más recientes, señaló: “Estoy seguro que vivieron desde su servicio, desde su ministerio, el amor en toda su integridad, agregó, "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Muchos cayeron en el servicio, por encontrar en su camino al prójimo herido, al prójimo con dudas de fe, al prójimo con la autoestima baja, simplemente al prójimo que buscaba resguardo. Cayeron porque tuvieron la valentía de denunciar hechos, actividades, que herían a su comunidad, a su feligresía o a servidores anónimos, convertidos en prójimo”.
El sacerdote y la comunidad recordaron a las religiosas, a los religiosos, a los sacerdotes caídos por balas, directas o por fuego cruzado, mujeres y hombres que no se apartaron del camino, que no pasaron de largo al ver a su prójimo herido, al saber del mal que causan grupos interesados únicamente en su poder, en su dinero, en el prestigio.
Durante la homilía recordó la encíclica Fratelli Tutti, del Papa Francisco donde hizo énfasis que hoy hacernos prójimos es unirnos por la paz.
Como parroquia, además de tener clara la petición por la paz en todas las Eucaristías, en todas sus oraciones, se invitó a participar en cualquiera o en todas de las siguientes cuatro iniciativas:
Para pláticas personales se invitó a la comunidad que ha sufrido la pérdida de un ser querido de manera violenta, llevar las fotografías y colocarlas en el presbiterio, donde se unirán a las del padre Joaquín y el padre Javier.
Participar en la Semana Ignaciana que será del 23 al 31 de julio, donde, además de festejar a San Ignacio, de cerrar el año jubilar por la herida que dio pie a su conversión e, igualmente, terminar nuestro año jubilar “Para Tener el mismo Corazón de Jesús”, la temática será precisamente “Tejer en cristo nuevas relaciones: de la fragmentación a la unidad”. Momentos de oración y retiro, de conferencia y un panel sobre el cuidado de la casa común, de canto orante y cineforum.
El domingo 31 de julio, día en que se invita a orar por la conversión de los victimarios, se tendrá al Santísimo expuesto en la capilla María Madre Admirable. Iniciarán la jornada desde el sábado 30 después de la misa de 4 pm hasta las 6 de la tarde del 31.
Frente al Santísimo se orará para pedir un alto a la violencia en el país. El domingo 31 a las 6 de la tarde se iniciará una procesión con el Santísimo, desde la capilla hasta el templo del Sagrado Corazón de Jesús.
Finalmente, se invita a participar en el proceso de sinodalidad en la parroquia. En el Facebook de la parroquia, como en las carteleras que están en las puertas, se indican cómo y sobre qué participar.
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La ceremonia terminó rezando juntos la Oración por la Paz.
Nota publicada en El Heraldo de Chihuahua
