/ viernes 2 de agosto de 2024

La teología de la liberación, fuente de inspiración para guerrilleros del EZLN

La teología de la liberación surgio en los años 60 y 70; propone una interpretación de la fe cristiana comprometida con la liberación de los pobres y oprimidos

En Chiapas, la teología de la liberación ha tenido un impacto profundo, especialmente en las comunidades indígenas y rurales, al aliarse con sus luchas por derechos humanos, justicia y dignidad ante la marginación gubernamental, desde finales del siglo XX.

Este movimiento teológico surgió en América Latina durante los años 1960 y 1970, el cual propone una interpretación de la fe cristiana comprometida con la liberación de los pobres y oprimidos.

La teología de la liberación cobró fuerza con la llegada de obispos y sacerdotes comprometidos con las causas sociales. Uno de los más destacados fue el obispo Samuel Ruiz García, quien asumió la Diócesis de San Cristóbal de las Casas en 1959.

El trabajo pastoral de jTatik, como llamaban los pueblos originarios a Samuel Ruiz, se enfocó al empoderamiento de las comunidades indígenas y campesinas, promoviendo una iglesia más participativa y alineada con las necesidades de los pobres.

Ruiz García, junto con otros líderes eclesiásticos, implementaron reformas en la Diócesis, las cuales incluían la formación de catequistas indígenas, la traducción de la Biblia y otros textos litúrgicos a las lenguas indígenas, así como la creación de cooperativas y proyectos de desarrollo comunitario.

Su enfoque pastoral buscaba no solo la evangelización, sino también la promoción de la justicia social y la defensa de los derechos humanos.

La influencia del EZLN

El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en enero de 1994 marcó un punto crucial en la historia reciente de Chiapas y tuvo una conexión significativa con la teología de la liberación.

Los principios del EZLN, que abogan por la autodeterminación, la justicia y la equidad para los pueblos indígenas, resonaron con las enseñanzas de este movimiento de fe.

Comunidades zapatistas. / Foto: Isabel Mateos Hinojosa / Cuartoscuro.com

Muchos de los líderes y miembros del EZLN encontraron en la teología de la liberación una fuente de inspiración y legitimidad para su lucha.

La iglesia local en San Cristóbal de Las Casas bajo la guía de Samuel Ruiz, jugó un papel mediador importante durante los primeros diálogos de paz entre el EZLN y el gobierno mexicano, reafirmando su compromiso con la justicia y la defensa de los más vulnerables.


Impacto y legado

El impacto de la teología de la liberación en Chiapas se ha manifestado en el empoderamiento comunitario, educación y cultura, proyectos de desarrollo y derechos humanos que ha permeado en las comunidades indígenas.

En la actualidad, las comunidades indígenas han desarrollado una mayor conciencia de sus derechos y han ganado confianza en su capacidad para organizarse y luchar por sus demandas.

La traducción de textos religiosos y educativos a las lenguas indígenas ha fortalecido la identidad cultural y ha permitido una mayor participación de los pueblos indígenas en la vida eclesial y social.

La teología de la liberación en Chiapas ha enfrentado desafíos y críticas. Sectores conservadores dentro y fuera de la iglesia han cuestionado su enfoque y lo han tildado de politización de la fe

En el rubro de proyectos sociales, el movimiento ha permitido la creación de cooperativas, proyectos agrícolas y otros programas de desarrollo comunitario han mejorado las condiciones de vida en muchas comunidades rurales.

Asimismo, la defensa activa de los derechos humanos ha sido una característica central del trabajo pastoral influenciado por la teología de la liberación, contribuyendo a una mayor visibilidad de las injusticias y la lucha por la justicia en la región.

Los retos, cambios y el legado

A pesar de sus logros, la teología de la liberación en Chiapas ha enfrentado desafíos y críticas. Sectores conservadores dentro y fuera de la iglesia han cuestionado su enfoque y lo han tildado de politización de la fe.

A pesar de esto, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, tras la jubilación de Samuel Ruiz en el año 2000 y su fallecimiento en 2011, ha continuado con su legado, aunque con cambios en la dirección pastoral que reflejan las tensiones y debates internos dentro de la iglesia católica sobre la mejor manera de seguir adelante.

“La palabra de Dios aplicada a la realidad”

El padre Heyman Vázquez Medina, párroco de la parroquia San Andrés Apóstol en el municipio de Suchiate, Chiapas y un firme creyente en la teología de la liberación, señala que este movimiento nació en 1965 con el Concilio Vaticano II y se basa en una reflexión de la palabra de Dios aplicada a la realidad y los acontecimientos sociales de cada momento.

Destacó que en Chiapas uno de los impulsores de la teoría de la liberación fue Samuel Ruiz, quien su pastoral estuvo siempre enfocada en crear conciencias, despertarlas y no quedarse cruzados de manos ante las injusticias lo que ayudó a que se diera el movimiento zapatista en el año 1994 bajo la evangelización del obispo.

De acuerdo a Vázquez Medina la teología ilumina y guía la comprensión de problemas contemporáneos, como la migración en caravanas que fue una manifestación, así como la nueva manera de migrar en éxodos masivos de niñas, niños, hombres y mujeres de todas de las edades que han salido de sus países por la violencia, las pandillas, inseguridad, pobreza y persecución política.

“En los últimos años, especialmente desde octubre de 2018, el fenómeno de las caravanas migratorias ha sido un tema de gran relevancia en la frontera sur y representa un grito de protesta contra las injusticias, la corrupción y la opresión que sufren los migrantes. En mi visión, cualquier manifestación o marcha es una forma de protesta contra situaciones adversas, y las caravanas no son la excepción”, expresó.

Añadió que el tema de la migración es complejo y está lleno de injusticias sociales, pues todos los derechos de los migrantes son violados tanto por la sociedad civil como por los tres órdenes de gobierno y frente a esta realidad.

La función de la iglesia, de acuerdo con la teología de la liberación, es evitar que los cristianos caigan en un espiritualismo alienante, que se enfoque únicamente en la fe sin un compromiso social.

EZLN en Chiapas. / Pedro Anza / Cuartoscuro.com

Precisó que la iglesia, mediante la teología de la liberación, busca construir una sociedad más humana, justa, igualitaria y para lograrlo, es crucial un trabajo serio y comprometido con la transformación de la realidad social, combatiendo la injusticia, la explotación y la opresión, así como promoviendo el trato fraternal entre todos los seres humanos”.

“Para materializar estos principios, la iglesia proporciona formación tanto a agentes de pastoral como a los sacerdotes, a través de los seminarios. Esta formación nos demanda a observar la realidad y a actuar en consecuencia, ayudando a poblaciones vulnerables como los migrantes”, abundó.

El padre Heyman indicó que no pueden quedarse con los brazos cruzados ante las injusticias que enfrentan las personas en contexto de movilidad humana que ingresan a México por la frontera sur con Guatemala, principal punto de ingreso de migrantes.

La función de la iglesia, de acuerdo con la teología de la liberación, es evitar que los cristianos caigan en un espiritualismo alienante, que se enfoque únicamente en la fe sin un compromiso social

A lo largo de su labor como defensor de derechos humanos, principalmente durante los 9 años que estuvo al frente de la Iglesia San Francisco de Asís, en donde ayudó a miles de migrantes de las caravanas que pasaron por Huixtla, Chiapas, el padre Heyman ha visto cómo la teología de la liberación sigue siendo una herramienta relevante y eficaz. Aunque los problemas sociales evolucionan, la metodología de ver, pensar y actuar sigue siendo aplicable.

“En el contexto de la migración, esta metodología permite a la Iglesia reflexionar sobre los problemas actuales y actuar de manera iluminada por la palabra de Dios pasa a ayudar a los más necesitados y no dejarlos amparados ante las constantes violaciones de sus derechos de todo tipo”, abundó el párroco.

Vázquez Medina reconoció que la migración ha evolucionado, pasando de ser un fenómeno de individuos a uno de grupos organizados, como las caravanas. Estos éxodos son una manifestación de la búsqueda de justicia y dignidad por parte de los migrantes, reflejando la evolución de los problemas sociales y la respuesta de la iglesia a ellos.

Por último, dijo que actualmente no se pueden organizar caravanas como se hacía en años anteriores por la intervención del crimen organizado y las que salen actualmente de Tapachula son muy pequeñas y las organizan los propios migrantes que buscan alcanzar la frontera norte de México al centro del país.

Con información de Alejandro Gómez/Diario del Sur

En Chiapas, la teología de la liberación ha tenido un impacto profundo, especialmente en las comunidades indígenas y rurales, al aliarse con sus luchas por derechos humanos, justicia y dignidad ante la marginación gubernamental, desde finales del siglo XX.

Este movimiento teológico surgió en América Latina durante los años 1960 y 1970, el cual propone una interpretación de la fe cristiana comprometida con la liberación de los pobres y oprimidos.

La teología de la liberación cobró fuerza con la llegada de obispos y sacerdotes comprometidos con las causas sociales. Uno de los más destacados fue el obispo Samuel Ruiz García, quien asumió la Diócesis de San Cristóbal de las Casas en 1959.

El trabajo pastoral de jTatik, como llamaban los pueblos originarios a Samuel Ruiz, se enfocó al empoderamiento de las comunidades indígenas y campesinas, promoviendo una iglesia más participativa y alineada con las necesidades de los pobres.

Ruiz García, junto con otros líderes eclesiásticos, implementaron reformas en la Diócesis, las cuales incluían la formación de catequistas indígenas, la traducción de la Biblia y otros textos litúrgicos a las lenguas indígenas, así como la creación de cooperativas y proyectos de desarrollo comunitario.

Su enfoque pastoral buscaba no solo la evangelización, sino también la promoción de la justicia social y la defensa de los derechos humanos.

La influencia del EZLN

El levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en enero de 1994 marcó un punto crucial en la historia reciente de Chiapas y tuvo una conexión significativa con la teología de la liberación.

Los principios del EZLN, que abogan por la autodeterminación, la justicia y la equidad para los pueblos indígenas, resonaron con las enseñanzas de este movimiento de fe.

Comunidades zapatistas. / Foto: Isabel Mateos Hinojosa / Cuartoscuro.com

Muchos de los líderes y miembros del EZLN encontraron en la teología de la liberación una fuente de inspiración y legitimidad para su lucha.

La iglesia local en San Cristóbal de Las Casas bajo la guía de Samuel Ruiz, jugó un papel mediador importante durante los primeros diálogos de paz entre el EZLN y el gobierno mexicano, reafirmando su compromiso con la justicia y la defensa de los más vulnerables.


Impacto y legado

El impacto de la teología de la liberación en Chiapas se ha manifestado en el empoderamiento comunitario, educación y cultura, proyectos de desarrollo y derechos humanos que ha permeado en las comunidades indígenas.

En la actualidad, las comunidades indígenas han desarrollado una mayor conciencia de sus derechos y han ganado confianza en su capacidad para organizarse y luchar por sus demandas.

La traducción de textos religiosos y educativos a las lenguas indígenas ha fortalecido la identidad cultural y ha permitido una mayor participación de los pueblos indígenas en la vida eclesial y social.

La teología de la liberación en Chiapas ha enfrentado desafíos y críticas. Sectores conservadores dentro y fuera de la iglesia han cuestionado su enfoque y lo han tildado de politización de la fe

En el rubro de proyectos sociales, el movimiento ha permitido la creación de cooperativas, proyectos agrícolas y otros programas de desarrollo comunitario han mejorado las condiciones de vida en muchas comunidades rurales.

Asimismo, la defensa activa de los derechos humanos ha sido una característica central del trabajo pastoral influenciado por la teología de la liberación, contribuyendo a una mayor visibilidad de las injusticias y la lucha por la justicia en la región.

Los retos, cambios y el legado

A pesar de sus logros, la teología de la liberación en Chiapas ha enfrentado desafíos y críticas. Sectores conservadores dentro y fuera de la iglesia han cuestionado su enfoque y lo han tildado de politización de la fe.

A pesar de esto, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, tras la jubilación de Samuel Ruiz en el año 2000 y su fallecimiento en 2011, ha continuado con su legado, aunque con cambios en la dirección pastoral que reflejan las tensiones y debates internos dentro de la iglesia católica sobre la mejor manera de seguir adelante.

“La palabra de Dios aplicada a la realidad”

El padre Heyman Vázquez Medina, párroco de la parroquia San Andrés Apóstol en el municipio de Suchiate, Chiapas y un firme creyente en la teología de la liberación, señala que este movimiento nació en 1965 con el Concilio Vaticano II y se basa en una reflexión de la palabra de Dios aplicada a la realidad y los acontecimientos sociales de cada momento.

Destacó que en Chiapas uno de los impulsores de la teoría de la liberación fue Samuel Ruiz, quien su pastoral estuvo siempre enfocada en crear conciencias, despertarlas y no quedarse cruzados de manos ante las injusticias lo que ayudó a que se diera el movimiento zapatista en el año 1994 bajo la evangelización del obispo.

De acuerdo a Vázquez Medina la teología ilumina y guía la comprensión de problemas contemporáneos, como la migración en caravanas que fue una manifestación, así como la nueva manera de migrar en éxodos masivos de niñas, niños, hombres y mujeres de todas de las edades que han salido de sus países por la violencia, las pandillas, inseguridad, pobreza y persecución política.

“En los últimos años, especialmente desde octubre de 2018, el fenómeno de las caravanas migratorias ha sido un tema de gran relevancia en la frontera sur y representa un grito de protesta contra las injusticias, la corrupción y la opresión que sufren los migrantes. En mi visión, cualquier manifestación o marcha es una forma de protesta contra situaciones adversas, y las caravanas no son la excepción”, expresó.

Añadió que el tema de la migración es complejo y está lleno de injusticias sociales, pues todos los derechos de los migrantes son violados tanto por la sociedad civil como por los tres órdenes de gobierno y frente a esta realidad.

La función de la iglesia, de acuerdo con la teología de la liberación, es evitar que los cristianos caigan en un espiritualismo alienante, que se enfoque únicamente en la fe sin un compromiso social.

EZLN en Chiapas. / Pedro Anza / Cuartoscuro.com

Precisó que la iglesia, mediante la teología de la liberación, busca construir una sociedad más humana, justa, igualitaria y para lograrlo, es crucial un trabajo serio y comprometido con la transformación de la realidad social, combatiendo la injusticia, la explotación y la opresión, así como promoviendo el trato fraternal entre todos los seres humanos”.

“Para materializar estos principios, la iglesia proporciona formación tanto a agentes de pastoral como a los sacerdotes, a través de los seminarios. Esta formación nos demanda a observar la realidad y a actuar en consecuencia, ayudando a poblaciones vulnerables como los migrantes”, abundó.

El padre Heyman indicó que no pueden quedarse con los brazos cruzados ante las injusticias que enfrentan las personas en contexto de movilidad humana que ingresan a México por la frontera sur con Guatemala, principal punto de ingreso de migrantes.

La función de la iglesia, de acuerdo con la teología de la liberación, es evitar que los cristianos caigan en un espiritualismo alienante, que se enfoque únicamente en la fe sin un compromiso social

A lo largo de su labor como defensor de derechos humanos, principalmente durante los 9 años que estuvo al frente de la Iglesia San Francisco de Asís, en donde ayudó a miles de migrantes de las caravanas que pasaron por Huixtla, Chiapas, el padre Heyman ha visto cómo la teología de la liberación sigue siendo una herramienta relevante y eficaz. Aunque los problemas sociales evolucionan, la metodología de ver, pensar y actuar sigue siendo aplicable.

“En el contexto de la migración, esta metodología permite a la Iglesia reflexionar sobre los problemas actuales y actuar de manera iluminada por la palabra de Dios pasa a ayudar a los más necesitados y no dejarlos amparados ante las constantes violaciones de sus derechos de todo tipo”, abundó el párroco.

Vázquez Medina reconoció que la migración ha evolucionado, pasando de ser un fenómeno de individuos a uno de grupos organizados, como las caravanas. Estos éxodos son una manifestación de la búsqueda de justicia y dignidad por parte de los migrantes, reflejando la evolución de los problemas sociales y la respuesta de la iglesia a ellos.

Por último, dijo que actualmente no se pueden organizar caravanas como se hacía en años anteriores por la intervención del crimen organizado y las que salen actualmente de Tapachula son muy pequeñas y las organizan los propios migrantes que buscan alcanzar la frontera norte de México al centro del país.

Con información de Alejandro Gómez/Diario del Sur

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